🎞 Mésame Mucho: pollo de sabores

Pág. 55 | Well-come a la nueva ala de La Sobremesa.

La paja ha crecido en la vereda de las redes sociales y hay días en los que ya no alcanzo a ver la inspiración. Ahora sólo hay cielos nublados. 

Aquello se ha convertido en un camino de paso —todo scroll y rapidez— y me niego a seguir compartiéndome tanto en un lugar con interferencias. Es que no me sirve. Yo sólo quiero contar, cocinar y comer sin empacharme de me gustas. Reunirnos en torno a la mesa. Compartir de verdad, desde el estómago, todas aquellas inquietudes que me hierven dentro. Saborear la vida sencilla, hacerle sitio a estas ganas de frenesí lento. 

Me quedo aquí. Ahora todo será aquí, en La Sobremesa, donde no hay más ruido que nuestro silencio, los platos chocando y alguna canción. Solo nosotras.

Las alas de la mesa se extenderán y llegarán nuevas secciones. Hoy he mudado la primera: «Mésame Mucho», para entregarte también en bandeja lo que hay sobre la mesa antes de La Sobremesa. La manduca, las ideas y las recetas, algunas de las cosas extraordinariamente simples que pasan en mi cocina.

¿Empezamos?

Pollo de sabores, con hummus y quinoa.

Esta es, como muchas otras, una combinación de ingredientes inesperada. Abrir la nevera y hacer un puzzle. Todos los sabores encajan y es fácil. No me ha llevado más de veinte minutos y lo he cocinado tranquila escuchando esta canción. 

Lista de la compra:

Vasitos de quinoa

Hummus de garbanzos

Albóndigas de pollo

Cebolla

Ajo

Salsa de pescado

Soja

Miel

Pimienta o copos de chile

Jengibre fresco

Así lo hago: 

Sofrío en una sartén ajo y cebolla, cortados muy pequeños. Y le añado jengibre fresco rallado grande. También un chorrito de salsa de pescado, soja y agua. Cuando lleva un rato pongo las albóndigas de pollo hasta que están cocinadas. Y entonces añado un buen chorro de miel y la pimienta o copos de chile. Aquello, al cabo de un rato, se carameliza un pelín y queda riquísimo.

Pincho las albóndigas en un palo de brocheta. Y en el plato pongo la quinoa y el hummus, como si pintase un cuadro. Sobre esto, la brocheta y con una cuchara riego todo con la salsita con la que he cocinado las albóndigas.

Corto un poco de cebolla morada para darle algo de frescor. También un cuarto de limón que dejo sobre el plato para exprimirlo después. Y unas semillas de sésamo negro.

Espero que lo disfrutes.

Nos leemos en un rato —unos días— en La Sobremesa de (casi) todos los domingos. Gracias por estar aquí.