«Comer no tiene ningún prestigio, no construye nada —salvo una cierta idea de uno mismo», este pequeño fragmento de una novela de Martín Caparrós me resuena como música de fondo del por qué de todo esto. Lo que pretende ser una oda y extensión del acto imperdonable en el que nos entregamos al placer de las palabras, la compañía, las reflexiones, las trifulcas y las cosquillas, las serenatas y el calor, con la barriga llena: la sobremesa.
¿Por qué deberías suscribirte?
Porque quieres masticar otros por qués y cómos. No te gusta vivir sin darte cuenta de que vives. Tienes curiosidad de mirar a través de otros ojos. Y, también claro, porque te apetece compartir la sobremesa conmigo.
Una entrega a la semana (los domingos): íntima, pequeña y personal, donde compartir y alimentar reflexiones, pasiones e inquietudes, hastíos, ilusiones y descubrimientos.
Quién soy.
Me llamo Marta Simonet.
Escribo porque me llena y —a ratos— me vacía. Escribo porque alimenta. Y escribo, sobre todo, para poder volver a donde fui. ¿Cómo recordar si no? Escribo para masticar, saborear y digerir despacio las pequeñas grandes cosas del día a día.
Soy una de las dos patas de la agencia creativa Banquete de ideas, la que cocina el ñamgazine Mésame Mucho, la autora de la novela Azul salado (Suma de Letras 2023) y aquella que puede que hayas visto alguna vez presentando aquí o allá. A lo mejor piensas que hago muchas cosas, pero en realidad todo lo acuna una única palabra: comounicar. Lo que cambia es el canal, sí, y el formato, también. Pero el objetivo siempre es el mismo: saciar el deseo irreprimible de contar; buscar constantemente explicaciones; seguir haciéndome siempre preguntas acerca de todo. Dar de comer a mi curiosidad. Compartirla con el mundo. Y una obsesión sencilla: entender lo cotidiano como algo extraordinario. Sólo pasa una vez. Muy simple. Muy difícil.
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